Florencia, el corazón de la Toscana, es una ciudad que cautiva a los visitantes con su rica historia, su impresionante arquitectura y sus tesoros artísticos. Como alguien que ha recorrido sus encantadoras calles varias veces, puedo dar fe de que un día en Florencia es suficiente para enamorarse de esta joya del Renacimiento. Si bien es imposible verlo todo en tan poco tiempo, este itinerario lo guiará a través de los aspectos más destacados de la ciudad, permitiéndole experimentar la esencia de Florencia. Desde lugares emblemáticos hasta joyas escondidas, prepárese para un día lleno de arte, cultura y cocina deliciosa que le dejará con ganas de volver.
Cuándo visitar Florencia
El tiempo es crucial a la hora de planificar un viaje a Florencia. La ciudad puede estar abrumadoramente concurrida, especialmente durante los meses pico de verano. Como viajero experimentado, recomendaría visitarlo en octubre. El tiempo sigue siendo agradable y las aglomeraciones de turistas se han reducido considerablemente. Podrás disfrutar de tu Chianti al aire libre mientras saboreas delicias de temporada como el castagnaccio (pastel de castañas) y el olio nuovo recién exprimido.
Si le intrigan los acontecimientos históricos, considere programar su visita alrededor del 24 de junio para ver la final del Calcio Storico. Esta competencia centenaria es un espectáculo digno de contemplar, con hombres con el torso desnudo participando en una competencia física que es en parte fútbol, en parte lucha libre y completamente florentina.
Florencia de un vistazo
A pesar de su enorme reputación, Florencia es sorprendentemente compacta. Con unos 380.000 habitantes, es sólo la octava ciudad más grande de Italia. Pero no se deje engañar por su tamaño: Florencia supera con creces su peso en términos de importancia cultural.
Conocida como la "cuna del Renacimiento", las calles de Florencia son un museo al aire libre que exhibe maravillas arquitectónicas y tesoros artísticos. La Galleria degli Uffizi alberga una de las colecciones de arte más impresionantes del mundo, pero la ciudad en sí es una obra maestra que espera ser explorada.
Su itinerario de un día en Florencia
Comience con un desayuno italiano
Comience el día como un verdadero florentino en un bar local. ¡No te preocupes, no hablamos de cócteles al amanecer! En Italia, un bar es un centro social donde los lugareños se reúnen para tomar un café y comer algo ligero durante todo el día.
Para saborear la historia, pruebe Caffè Gilli o Caffè Paszkowski en Piazza della Repubblica. Estos cafés históricos han acogido a gigantes de la literatura y son perfectos para observar a la gente pasar. Pida un capuchino y un brioche (llamado cornetto en el sur de Italia) para disfrutar de un desayuno italiano clásico. Recuerde, los capuchinos son un asunto estrictamente matutino en Italia: después de las 11 a. m., limítese al caffè (espresso) para mezclarse con los lugareños.
Maravíllate ante el Duomo
Con el desayuno en tu haber, dirígete al icónico Duomo. Esta maravilla arquitectónica, con su llamativa fachada de mármol blanco, verde y rosa, es el corazón de Florencia. Si bien el interior es sorprendentemente austero, vale la pena pagar la entrada para subir los 463 escalones hasta la cima de la cúpula. La vista panorámica de los tejados de terracota de Florencia es sencillamente impresionante.